Climatización

Cuando hablamos de climatización, muchas personas confunden este término con calefacción —en los meses de invierno—, y aire acondicionado —durante los meses de verano—. Sin embargo, la climatización va mucho más allá de mantener una buena temperatura de confort. Para conocer mejor qué es la climatización, veamos factores como la ventilación y la humedad, fundamentales a la hora de conseguir que nuestra casa cuente con unas condiciones correctas y agradables en todos los sentidos.

Refrigeración

La refrigeración es la parte de la climatización que se encarga de enfriar un espacio determinado. Su principal aliado es el aire acondicionado, y se usa especialmente en verano. Los elementos que tendremos que tener en cuenta a la hora de contar con una correcta refrigeración serán la temperatura externa e interna, y un correcto aislamiento. En este sentido, la forma correcta de refrigerar un espacio será evitar fugas de temperatura y mantener una temperatura de confort que esté por debajo de la externa. Lo más correcto, será en torno a los 20 o 25 grados aproximadamente.

Calefacción

La calefacción es la hermana de la refrigeración pero en sentido inverso. En este caso, serán los propios sistemas de calefacción los que ayudarán a mantener la temperatura de confort durante el invierno (que deberá situarte también entre los 20 y los 25 grados). Del mismo modo, habrá que evitar posibles fugas térmicas.

Ventilación

Más allá de la temperatura, hay otros factores que influyen en la climatización, como es la calidad del aire. En este sentido, la ventilación va a ser nuestro principal aliado para conseguir una calidad del aire adecuada, ya que permitirá limpiarlo de partículas nocivas para la salud. La ventilación de la casa se tendrá que realizar todos los días durante todo el año. La hora más adecuada para hacerlo es a primera hora de la mañana, ya que es cuando la calidad del aire exterior es mejor. Cuando la temperatura exterior sea la óptima, y no sea necesario usar sistemas de refrigeración o calefacción, las ventanas podrán mantenerse abiertas más tiempo sin ningún problema.

Humedad relativa

Al igual que la ventilación, la humedad es otro factor de la climatización que va a influir directamente en la calidad del aire. Según los expertos, la humedad adecuada deberá estar entre el 30 y el 50%. Tanto la calefacción como la refrigeración afectan de manera negativa a la humedad relativa, por lo que una buena manera de compensarlo es ubicar recipientes con agua en las habitaciones en las que se pasa más tiempo, especialmente en los dormitorios.

Cuidando estos pequeños aspectos, conseguiremos la climatización óptima de nuestra vivienda. Esto nos va a permitir contar con un espacio agradable, que evitará que tengamos demasiado frío o demasiado calor, así como problemas respiratorios, sequedad nasal, picor en los ojos o dolor de cabeza, que son los problemas más comunes que se pueden derivar de una climatización incorrecta.